Hola a tod@s!!
Últimamente tengo el blog algo abandonado por falta de tiempo
y sobre todo de motivación, pero aquí estoy de nuevo con una nueva entrada.
Llevo algo más de un mes sin tocar la cámara de fotos y ya
tengo unas ganas tremendas de volver a salir a campear y a afotar fauna, que es
lo que más me gusta y entretiene aunque por unas cosas u otras me está siendo
imposible llevar a cabo cualquiera de mis planes para este verano.
Mis últimos trabajos, los realicé con una especie muy
especial y aquí voy a mostraros algunos de los resultados obtenidos. Algo con
lo que llevaba mucho tiempo soñando y desde que vi por primera vez el documento
filmado por el Dr Félix Rodriguez de la Fuente y su equipo de naturalistas,
siempre me ha estado rondando la idea de intentarlo.
El documento grabado por el Dr Félix y su hábil equipo hace
ya algo más de treinta y cinco años, es uno de los comportamientos más
extraordinarios del mundo animal. Se trataba de desvelar si el comportamiento
que lleva a los alimoches a romper los huevos de avestruz en plena sabana africana
manejando diestramente pequeños guijarros con el pico era congénito o
adquirido.
Para ello, tuvieron que “secuestrar” un pollo del nido de
los alimoches con escasos días de vida (posiblemente le salvaron la vida al
pequeño de los hermanos alimoches ya que esta especie suele sacar un solo
ejemplar adelante) Lo criaron totalmente aislado del mundo exterior para
impedir cualquier contacto con los miembros de su especie y cuando Gaspar (que
así se llamaba el alimoche más famoso de toda España) creció y podía valerse
por sí mismo, lo liberaron para comprobar su primera reacción ante el estimulo
que suponía el enorme huevo de avestruz.
Si un alimoche nacido en España, que no haya tenido nunca
contactos previos con huevos de avestruz y que haya sido separado de sus padres
a los pocos días de edad, reacciona positivamente ante la presencia del huevo
del ave gigante africana, el comportamiento será congénito y no cultural. Si la
presencia del huevo no desencadena la pauta de conducta que termina en la
ruptura del huevo, este sofisticado comportamiento sería aprendido por
imitación o “cultural”.
Hoy en día, todo el mundo sabe que Gaspar, el buitre sabio, rompió el enorme
huevo como si lo hubiera estado haciendo durante toda la vida y que este
comportamiento lo llevan impreso en los genes.
Posteriormente comprobaron como “Gaspar” rompía también
huevos de gallina, tomándoles en el pico, elevando la cabeza y lanzándoles con
fuerza contra una piedra, con la misma técnica que empleaba para romper los
huevos de avestruz con un guijarro. En este caso, el guijarro era el huevo de
gallina. Aquí debe de estar el origen filogenético de la sofisticada conducta
del alimoche frente al huevo de avestruz.
Tras unos días indagando por la red y alguna que otra llamada, al fin encontré yo
una granja de avestruces que disponían de huevos vacíos. Les pedí que me
mandaran tres unidades y en cuanto los tuve en
mi poder me puse manos a la obra.
Antes había intentado hacerlos con moldes de escayola pero
ni quedan bien, ni son reales.
El sitio donde fotografiar a los alimoches ya lo tenía
también buscado y en los días anteriores al de llevar el huevo, acudieron a la
cita sin vacilar, asique esto me animó aún más a intentarlo.
Compré un par de docenas de huevos de gallina y con la ayuda
de mi querida hermana y un embudo, los fui vaciando en el huevo de avestruz
hasta que con 18 huevos, me parecieron suficientes. Una vez llenado el hermoso
huevo, un poco de pasta blanca de manualidades para tapar el agujerito y cuando
esta estaba seca, un lijado a mano y queda el huevo perfecto.
Samsung Galaxy S3
Poco o nada me cuesta levantarme de la cama aquella
madrugada, como siempre que he preparado una jornada de fotos el día anterior,
y con toda la ilusión del mundo, preparo la carnaza y el garrafón de agua para llenar
el pilón de enfrente al hide y aún de noche, salgo sin perder más tiempo para
la finca donde se desarrollaran los acontecimientos.
Una vez colocado todo en su sitio, donde mejor me parecía,
me meto en el “agujero” y a esperar.
Poco tardan los primeros milanos negros en aparecer y el día
parece prometedor. En poco tiempo hay más de veinte rapaces engullendo carne
como si fuera la primera vez que lo hacían y aún tenía que llegar el
contingente de buitres leonados que nunca faltan a la cita. Puntuales como un
reloj, aparecen medio centenar de buitres leonados a las diez de la mañana y
enseguida terminan con toda la carne que les había llevado. Al mismo tiempo y
como ha sucedido en otras ocasiones, también llegaron los primeros alimoches atraídos
por los leonados y se pusieron a rebañar los pequeños pedazos de carne que
queda pegada a los huesos y que a los buitres les resulta imposible aprovechar
con su enorme pico.
Canon EOS 1DMark III y 100-400 f 4.5-5.6 IS USM. 1/640 seg f 5 ISO 400 +0.7 ev a 220mm. Hide
Todo marcha según lo previsto y la cantidad de aves que han
acudido es impresionante. Destacan un par de buitres negros ya que no es
frecuente verlos por la zona donde resido.
Estoy muy pendiente del huevo y con el temor de que con
tanto alboroto, lo puedan mover del sitio y me quede fuera del alcance del
objetivo pero no despertó la curiosidad de ninguna especie más que la del
alimoche, por suerte para mí.
Canon EOS 1DMark III y 100-400 f 4.5-5.6 IS USM. 1/800 seg f 5.6 ISO 400 a 320mm. Hide
Uno de los leonados le llegó a dar un pequeño zarpazo pero
creo que fue mas de casualidad aunque eso sí, fue suficiente como para darle la
vuelta y poner el “parche” del huevo a la vista. Menos mal que intenté
disimularlo lo máximo posible, cosas que pasan.
Pasaban los minutos y el calor se iba acentuando en el
interior del ajustado hide. Menos mal que un pequeño chaparro ofrece la sombra
suficiente para que sea soportable el estar allí hasta ciertas horas…
De repente, y después de que la gran mayoría de leonados se
marcharan, uno de los alimoches con plumaje joven se dirijo derecho hacia el
huevo, agarró una piedra con el pico y se la lanzó…
Fue algo tan rápido que no sabía si estaba seguro de lo que
había visto. Me quedé alucinado de lo rápido que empezó a trabajar para tratar
de romper el duro cascarón. No se detuvo a valorar la situación, ni a elegir
piedra ni nada, simplemente llegó y lo empezó a intentar.
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/400 seg f 4 ISO 250. Hide
Con una mano lo grababa en vídeo y con la otra intentaba
contener el pulso para hacer fotografías mientras una sensación de lo más
gratificante y difícil de describir, recorría todo mi cuerpo haciéndome olvidar
todo el calor o la falta de movilidad.
Pronto, uno de los ejemplares adultos que también se
encontraba allí, se debió de sentir atraído por los movimientos del astuto
alimoche y también acudió hasta el huevo para intentar hacer lo propio con él.
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/2500 seg f 3.5 ISO 320 Hide
Pude observar que a pesar de la edad y la supuesta
inexperiencia del joven, lo hacía mejor que el adulto. Acertaba más veces y lo
intentó durante más tiempo.
Tras unos minutos tirando piedras al huevo, unas veces con
más acierto que otras, por fin pude ver como con la garra, quitaba un gran
trozo del cascarón pero a continuación pasó algo que me desconcertó
completamente.
Cuando parecía que ya había hecho lo difícil, se desinteresó
completamente por el contenido del interior y se alejó del lugar para abandonarlo
un par de minutos después junto con el otro par de ejemplares adultos.
Repasando el material obtenido, no paro de darle vueltas a la
cabeza y que ha podido pasar para que los alimoches no hayan aprovechado el
alimento conseguido a base de esfuerzo pero a día de hoy, sigo sin tener una
explicación lógica. Lo único que me quedó claro es la suerte que tuve, la destreza
con la que manejan los guijarros, la precisión con la que los lanzan y la
inteligencia de éstos para medir previamente con la pata la distancia exacta al
huevo. Una experiencia inolvidable os lo aseguro.
Después de una sesión de algo más de ocho horas, llamé para
que vinieran a buscarme y poder salir del hide con total seguridad y no alterar
la confianza que las rapaces han ido adquiriendo con el paso del tiempo hacia
el extraño “artilugio” que supone el hide o escondite.
Os dejo como siempre con alguna de las fotos conseguidas
aquel día y en días anteriores...
Un saludo y hasta la próxima
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/800 seg f 4.5 ISO 400. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1250 seg f 5.6 ISO 500 +0.7 ev. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/640 seg f 6.3 ISO 250 Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/1000 seg f 4.5 ISO 640 Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/800 seg f 4.5 ISO 400. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/160 seg f 4.5 ISO 640. Hide
Canon EOS 1DMark III y 100-400 f 4.5-5.6 IS USM. 1/800 seg f 5.6 ISO 400 a 120mm. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/1000 seg f 4.5 ISO 400. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/500 seg f 6.3 ISO 250. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/160 seg f 4.5 ISO 640. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/400 seg f 4.5 ISO 640. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/800 seg f 4.5 ISO 200. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/500 seg f 4 ISO 400. Hide
Canon EOS 1DMark III y 100-400 f 4.5-5.6 IS USM. 1/400 seg f 7.1 ISO 400 a 320mm. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/320 seg f 4 ISO 100. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/400 seg f 4.5 ISO 640. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/250 seg f 4.5 ISO 400 -0.3 ev. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/320 seg f 5 ISO 320 +0.3ev. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/640 seg f 4 ISO 320. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/640 seg f 4.5 ISO 640. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM + extender 1.4X. 1/320seg f 5.6 ISO 400 +0.7ev. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1250seg f 3.5 ISO 250. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/2000 seg f 3.5 ISO 250. Hide
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Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1600 seg f 3.5 ISO 320. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1000 seg f 3.5 ISO 320. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1600 seg f 4.5 ISO 250 -0.3 ev. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/500 seg f 4 ISO 250. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/1250 seg f 4 ISO 320. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/2000 seg f 3.5 ISO 320. Hide
Canon EOS 1DMark III y 400 mm f 2.8 USM. 1/500 seg f 4 ISO 250. Hide